¿La terapia de pareja sólo es para las crisis? Aquí te contamos qué onda con esto…

Muchos piensan que la terapia de pareja es solo para relaciones que están mal, o súper mal. Cuando ya no hay confianza, cuando las discusiones son cosa de todos los días o cuando la relación parece estar al borde del truene. Pero, ¿es eso cierto?
La verdad es que No! La terapia de pareja no es solo para salvar una relación cuando ya está en crisis. De hecho, puede ser una herramienta increíble para mejorar la relación desde el principio, aún cuando todo está bien.

Sólo voy si las cosas se ponen feas…
Mucha gente cree que si van a terapia es porque algo está tronando, pero eso no es así. Ir a terapia no significa que algo esté mal, sino que que los dos están comprometidos a mejorar lo que ya tienen. No es sólo para los que están a punto de estallar, sino para todos los que quieren fortalecer su relación, aprender a comunicarse mejor o entenderse de una forma más profunda.

Las relaciones, igual que cualquier otra parte de la vida, necesitan trabajo constante. Si. Hay que chambearle. No solamente se trata de solucionar grandes problemas, sino de cuidar los pequeños detalles que, si se dejan pasar, pueden generar tensiones o distanciamientos con el tiempo.

Una pregunta que cualquiera se haría es: para qué it si la cosa no está tan mal…?
Aquí te dejo algunos beneficios:
Mejorar la comunicación. Con el tiempo, a veces dejamos de hablar de forma súper abierta. La terapia ayuda a que las parejas aprendan a escuchar de verdad y expresarse sin interrupciones, dejando que los dos compartan lo que realmente sienten.

Manejo de conflictos de forma sana. Todas las parejas tienen desacuerdos, pero la clave está en cómo los resuelven. La terapia da herramientas para discutir de forma respetuosa y sin que los problemas se vuelvan destructivos.

Ayuda a revivir la conexión. Con el paso del tiempo, es común que las parejas se distancien un poco. La terapia trabaja en cómo reconectar emocionalmente y fortalecer la intimidad, para que no se pierda la chispa.

Prevenir problemas a futuro. Así como te haces chequeos médicos para estar saludable, la terapia puede ser un "chequeo" preventivo para tu relación. Hablar de los temas complicados mientras todo está tranquilo puede evitar que se conviertan en crisis más adelante.

Fortalecer la confianza mutua. Aunque no haya una crisis de confianza, la terapia puede ayudar a que ambos se sientan más seguros en la relación y a abrir un espacio para hablar de cualquier preocupación o inseguridad.

La terapia no sólo es para resolver lo que pudiera estar mal, sino para seguir creciendo, aprendiendo y adaptándose a las nuevas etapas de la vida juntos.

Entonces, cuándo debería ir una pareja a terapia?
Cuando la comunicación se complica: Si sientes que ya no puedes hablar con tu pareja como antes, o temes que algo que digas cause problemas, la terapia puede ayudar a mejorar la comunicación.
Cuando los desacuerdos se repiten: Si discuten siempre sobre lo mismo y no logran resolverlo, la terapia puede ayudar a entender el problema y encontrar formas de solucionarlo.
Cuando la intimidad no fluye: Si te sientes emocionalmente o físicamente distante, la terapia puede ayudarte a reconectar.
Cuando hay temas difíciles de hablar: Si hay algo importante que no has podido comunicar (por ejemplo, diferencias de valores o problemas familiares), la terapia ofrece un espacio seguro para tratar esos temas.
Cuando los dos están dispuestos a mejorar: La terapia sólo funciona cuando ambos están comprometidos a trabajar en la relación. Si los dos quieren mejorar, el proceso será mucho más productivo.

Pues ya está!!! Si tu relación va bien, la terapia puede hacerla aún mejor; si está pasando por dificultades, puede ayudar a encontrar soluciones.
Si alguna vez te has preguntado si la terapia de pareja es para ti, la respuesta es sí, es para todas las parejas, sin importar en qué etapa estén.

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